Los gatos ferales en zonas urbanas y periurbanas, así como en las rurales, plantean una serie de problemas y retos debido a que pueden presentar comportamientos molestos, suponer una amenaza para la fauna silvestre (y para la conservación de especies) y ser un posible foco de transmisión de enfermedades.
Ahora, un estudio reciente ha evaluado la eficacia de un programa comunitario para gatos que proporciona esterilización gratuita, microchips y atención veterinaria preventiva para todos los gatos con o sin propietario en una pequeña ciudad rural con un alto número de gatos en Ipswich, Queensland (Australia).
Según explican los investigadores, los métodos tradicionales de gestión suelen implicar la captura y eutanasia de muchos de estos gatos, lo que no sólo es costoso sino también angustioso para el personal del refugio, y no han conseguido reducir el número de gatos ni las quejas relacionadas con ellos.
Además, en esta localidad, remarcan, las opciones de adopción son limitadas debido a la escasa población, por lo que el veterinario local y su personal se encargan con frecuencia de la eutanasia de gatos y gatitos sanos y tratables, lo que puede causar discordia entre algunos miembros del personal debido al impacto negativo en la satisfacción laboral y la salud mental.
En el estudio, analizaron datos de 2017 a 2023 para evaluar el impacto del programa en la admisión de gatos y los resultados en los refugios locales. En este sentido, se esterilizó a un total de 308 gatos, lo que representa 94 gatos por cada 1.000 residentes durante 3,4 años, y en el tercer año, esto se asoció con un descenso del 60% en la admisión de gatos, una reducción del 85% en el número de eutanasias y un 39% menos de llamadas relacionadas con gatos al ayuntamiento.
Los resultados del estudio sugieren que los programas de esterilización selectiva de alta intensidad reducen significativamente el ingreso en los refugios y las eutanasias, aliviando de esta manera la carga psicológica del personal.
“Estos programas son una alternativa humanitaria y eficaz a la gestión tradicional de los gatos, y benefician tanto al bienestar animal como al de la comunidad”, subrayan los investigadores y destacan que todo ello está en consonancia con el enfoque ‘One Welfare’ (‘Un bienestar’), que mejora el bienestar de los animales, las personas y su entorno.
“Se necesitan cambios legislativos que apoyen estos programas para reducir eficazmente el número de gatos vagabundos en ciudades y pueblos y los problemas que causan, protegiendo al mismo tiempo el bienestar humano”, concluyen los investigadores.